El modelo español de emergencias médicas extrahospitalarias se comienza a configurar a partir de los años 80 y 90 del Siglo XX, partiendo del entramado del Sistema Nacional de Salud
Las labores propias de esta área, venía siendo atendidas por diferentes servicios de emergencia muy diversos, entre los que destacaban los prestados por Cruz Roja, los facilitados por las unidades de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social y algunos otros basados en el voluntariado, sobre todo en el ámbito de la seguridad vial.
Es en los años 80 las primeras sociedades científicas comienzan a matizar las altas cifras de mortalidad extrahospitalaria, fundamentalmente producidas por patologías cardiacas y los accidentes de tráfico, alertando a los poderes públicos de la necesidad de dotar con más y mejores recursos a las incipientes y precarias unidades de urgencia extrahospitalarias.
Inicialmente, esa demanda logra activar la creación de secciones sanitarias especiales en diversos cuerpos ya existentes, como Bomberos y Salvamento de Montaña, reconvertidos a la emergencia médica extrahospitalaria, así como inyectar una nueva inversión en la creación de unidades móviles medicalizadas, que se ponen al servicio de dispositivos mixtos como el INSALUD, Protección Civil, la DGT, Cruz Roja o destacamentos de bomberos.
Evolución y desarrollo del Sistema Español de urgencias y emergencias médicas extrahospitalarias
Por primera vez, en 1984 la Sociedad Española de Medicina Intensiva elabora el Plan de Actuación Sanitaria de Urgencia (PASU), que sienta las posteriores bases para la creación de un Sistema de Asistencia Médica de Urgencia.
El comienzo del desarrollo de los servicios de urgencia o emergencia extrahospitalaria, con teléfono 061 o con otros números distintos, tuvo lugar a partir del informe del Defensor del Pueblo de 1988 y de las recomendaciones del Comité Europeo de Salud presentadas al Consejo de Europa en 1988.
Los centros 112 se desarrollaron a mediados de los años 90, en base a la transposición de la directiva europea por el RD de 1997, que regula el acceso al servicio de urgencias y emergencias a través del 112 y en paralelo con los servicios de emergencias sanitarios.
Consolidación del Sistema Español de urgencias y emergencias médicas extrahospitalarias
Con más vigor y apoyo institucional y económico, a final de los años 90 comenzó la integración de muchos de los Servicios de Emergencias Médicos o sanitarios (061 u otros números de acceso telefónico) en los Centros de Coordinación del 112.
Todo el sistema por otra parte se consolida mediante el RD103/2006 por el que se establece la cartera de servicios del SNS y se regula por primera vez las prestaciones de urgencia y emergencia.
Por lo tanto, existen tres factores determinantes para consolidar esta evolución;
- Transferencias en materia de asistencia sanitaria de la Seguridad Social a todas las CCAA (comenzaron con el traspaso de competencias a Catalunya en 1981 y finalizando el proceso en 2001).
- La financiación de la asistencia sanitaria pasa a realizarse al completo por la vía de los presupuestos Generales del Estado, repartiendo a las CCAA, desapareciendo la antigua forma mixta de presupuestos de la Seguridad Social y Presupuestos Generales del Estado.
- Irrupción en la gestión de los servicios sanitarios, de fórmulas diferentes a las clásicas, tanto con gestión pública (empresas o fundaciones públicas) como con fórmulas mixtas público/privadas (PPP).
Las nuevas tecnologías; desarrollo de un factor clave
Las TICs favorecen el intercambio de conocimientos desde el lugar de la emergencia con centros remotos. La tecnología médica y los cambios constantes en el material y los vehículos dedicados al transporte sanitario han permitido acercar al lugar del paciente urgente la tecnología actualmente necesaria para la primera asistencia.
La telemedicina resulta una herramienta de mucha utilidad. Permite la consulta entre los dispositivos de emergencia móviles y/o los puntos de urgencia fijos (PAC) con el hospital, sobre las condiciones clínicas del enfermo (ECG, TA, analítica, etc.).
Por citar ejemplos, el Sistema de Colaboración de Dialcom, utilizado por el Servicio de Emergencias del Servicio Vasco de Salud-Osakidetza, permite establecer videoconferencias entre las bases de las ambulancias e interrelacionarse entre todas ellas y con los centros de gestión, lo que posibilita compartir experiencias, conocimientos y desarrollar sesiones clínicas, evitando los traslados innecesarios.
La utilización de PDAs o TABLETs PC (SUMMA 112) por parte del personal sanitario permite igualmente acceder a la información sobre el paciente recogida en el centro coordinador y que permitirá, cuando exista una historia clínica digital única en el sistema, acceder a la misma o a la base de datos en caso de pacientes crónicos, además de poder incluir datos clínicos a la cabecera del paciente, almacenarlos en una base de datos central y transferirla a otros niveles asistenciales.
El SAS trabaja con los equipos denominados EMCA (Equipos Movilizables de Cuidados Avanzados) que tienen la capacidad de enviar el electrocardiograma y otros datos objetivos como las constantes vitales, la saturación de oxígeno y otras determinaciones al médico del centro coordinador, para completar la valoración y adoptar las decisiones e indicaciones relativas al tratamiento y necesidad de traslado al hospital si fuera necesario, en un modelo de gestión compartida, con un médico en situación remota y en la que la enfermería adquiere vital importancia.
Los centros coordinadores de emergencias también han ido desarrollando diferentes aplicaciones para agilizar el contacto con los ciudadanos. Por ejemplo, el Centro 112 de la Comunidad de Madrid y Centro de Atención y Gestión de Llamadas de Urgencia el Teléfono 112 CAT112 de Cataluña, poseen Sistemas Integrados de Gestión de Emergencias, una novedosa aplicación para móviles que permite la localización del llamante mediante las coordenadas desde donde se está realizando.
El desarrollo de la tecnología médica ha logrado acercar al paciente que sufre una urgencia o emergencia técnicas como la desfibrilación, la fibrinolisis, ecografías, análisis de sangre de primera línea y otras.
Concepción actual de las urgencias y emergencias médicas
La cultura acerca de la muerte, a la que la sociedad parece ver siempre como evitable, y frente a la concepción del Estado, como garante inmediato frente a cualquier contingencia, emergencia y catástrofe sea esta natural o no, presionan al sistema sanitario y también a otros dispositivos de emergencia para que desarrollen unos servicios eficaces (asistencia en el menor tiempo posible) y de calidad (disminuir las muertes evitables y las posibles secuelas al proceso urgente).
La demanda de servicios sanitarios por parte de la población sigue actualmente el ascenso de una curva exponencial, siendo las urgencias una de las áreas en las que el crecimiento es más llamativo.
El ciudadano actual exige del sistema sanitario una asistencia rápida y sin demoras y, en el caso de que el mismo no le ofrezca la rapidez que él considera necesario, opta por dirigirse a los servicios de urgencia fundamentalmente hospitalarios.
Igualmente, considera que el Estado es el responsable de responder a cualquier contingencia, emergencia y catástrofe sea esta natural o no, con la máxima celeridad. Ante cualquier problema o consecuencia negativa le responsabiliza de su falta de eficacia.
Esta presión social ha sido un factor más para el impulso de los servicios de emergencias generales y en concreto para los de emergencia y urgencia médica extrahospitalarios, siendo estos servicios valorados muy positivamente por los ciudadanos, por lo que representan auténticas áreas de expansión que requieren continuamente de profesionales suficientemente formados y capacitados para continuar salvando vidas.